6/12/2007
VIOLENCIA Y RELIGIÓN
Cuando veo a una cría humana recién nacida no puedo menos que pensar en toda la inocencia que sus ojos irradian, esa paz eterna que muestra su mirada. ¿Eterna? ¿Cómo podrá ser eterna esa paz y esa inocencia en este mundo tan lleno de odio y maldad?
Esa cría humana tarde o temprano pecará, y su alma, la cual es eterna a diferencia de la inocencia de sus ojos, ya estará ...